fredag 16. januar 2015

El Papa exige respeto.


Cuando dice : "no ofendan a las religiones", no está pidiendo respeto a ideas y costumbres que para otros son de mal gusto e incluso dañinas.
Respeto les otorgamos cuando los tratamos de igual a igual, cuando los afrentamos con discusión y no de otra manera, en sus misoginias, en sus homofobias ante actos de amor que les desagradan, en su manipuleo de ideas en niños que deberían ser tratadas como un atentado contra los derechos humanos, en sus intransigencias a la hora de permitir otras ideas y muchísimo más.
En realidad el Papa está pidiendo sumisión y subordinación a algo que pretende que tenga un valor intrínseco exagerado. Él quiere impunidad para exponer públicamente algo que debería ser privado y quitarle al antagonista la posibilidad de exponer lo suyo, porque lo ofende. Lo que quiere es imponer obligatoriamente que le demos un privilegio a algunas ideas que para nosotros son absurdas y actuemos como si fueran correctas y no impidamos que sigan esparciéndolas. Que no digamos lo que a ellos les molesta y les dejemos tener el privilegio de seguir diciendo lo que nos molesta sin que reaccionemos.
¿Cuantos adeptos y cuanta posición ganaron sus religiones sembrando el terror, sembrando la idea de un castigo eterno? ¿Por qué callar, y con eso otorgar, ante un acto de terrorismo camuflado?
Respeto es que siga tratando a religiosos sin menospreciarlos en absoluto. Respeto es permitir que tengan las creencias religiosas que quieran de forma personal y que se les permita exponer sus creencias si permiten que los demás puedan exponer sus alegatos en contra.
El día que entiendan que sus ideas religiosas no pueden tener privilegios, porque para otros son inconsistentes o absurdas, dejaremos de sentir necesidad de romperles los pedestales a sus antojos bombardeando con lápices sus símbolos innecesarios, para que obtengan el valor correcto al no tener el pedestal (privilegio) que exigen que aceptemos.
Uno puede pedir respeto a una idea que para otros es un disparate y siempre habrá quienes no se lo otorguen. Se concluye entonces con que "pedir" no sirve. La intención del Papa es dejar en claro que se exige, que no se puede ni se debe "ofenderlos" poniendo en ridículo lo que para otros es ridículo.
Me estaba gustando el Papa este, pero ahora retrocedió varios pasos al exigir que debemos aceptar las imposiciones de las religiones, para no ofender a los religiosos, a pesar de que ellos mismos, muchas veces no aceptan las de las otras religiones o sectas. Otro blog digno de leer

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